domingo, 7 de diciembre de 2008

escritos para siempre

“Creo en Dios, no para que me resuelva mis problemas ,ni para cargarlo con mis penas, sino como una fuente de amor y de esperanza, de fuerza y misericordia para agradecerle la vida, la alegría, felicidad y la paz que siento en mi ser, Creo en Dios porque las veces que he caído y no encuentro elementos para sostenerme él me provee la fuerza y su misericordia para levantarme y volver a iniciar el camino, allí siento y palpo en toda su intensidad al Dios vivo, omnipotente, al que amo y en quien profundamente creo y confío”

“PARA DEVOLVER EL TIEMPO”

“ Padre no sé, no entiendo que es esto, que es lo que ha pasado, pero ya pasó y no puedo remediarlo, no puedo volver atrás, no tengo como cambiar este ambiente, solo te pido que si voy a transitar este calvario, tú con tu infinita bondad, con tu gran amor y apoyo me ayudes con la fuerza necesaria para aceptar esta prueba, para enfrentarla y para vencerla, acepto este dolor y hágase tu voluntad, pero no me dejes solo señor porque no creo tener la fuerza suficiente para seguir sin sentirte a mi lado”
Esta frase de invocación a Dios nuestro Ser supremo la expresé y repetí en el mismo momento que me enteré de la sorpresiva, absurda e ilógica muerte de ernestico, cuando llegue al sitio de los acontecimientos, apesadumbrado, confundido, adolorido, sin encontrar ninguna explicación y sin que nadie pudiera ofrecérmela, encerrado en mi sorpresivo y acuciante dolor, era una frase dirigida al cielo como buscando oxigeno, procurando fuerzas que mi cuerpo me negaba y mi mente se resistía a admitir.
Así comencé a vivir mi realidad, el mundo quedó desintegrado en un segundo, era como si el tiempo se hubiese dado vuelta en contrario y la tierra girara al revés, para mi, nada o casi nada tenía sentido, un desconcierto borrascoso taladraba mi cerebro y unos recuerdos con la imagen de ernestico a cada segundo, imperturbables, acosaban mi pensamiento día y noche.
La primera semana, luego de sus funerales, el mundo celebraba la fiesta de navidad, y año nuevo, mi familia deprimida, adolorida, trastornada y yo aturdido, con un dolor punzante en mi alma y con un descalabro corporal y espiritual, solo repetir e invocar la ayuda de Dios me daba las pocas fuerzas necesarias para continuar viviendo.
En el camino a la búsqueda de la paz y el reencuentro con nuestras vidas, Leida y yo, buscamos orientaciones y ayuda que poco a poco fuimos encontrando, guiados por la mano de Dios y a través de numerosas paginas Web nos enteramos de padres que en el mundo han sufrido este desgarramiento, conocimos y compartimos historias muy semejantes a la nuestra y nos fortalecimos al participar en grupos de padres que han tenido la misma situación de perder un hijo, para desahogarnos cada quien con su experiencia que al expresarla produce un alivio espiritual que nos fortalece y nos provee fuerzas para que en medio de tanto dolor disipemos nuestras dudas, culpas y señalamientos y procuremos una nueva forma de vivir, así establecimos contacto con la Dra.Yuraima Martini, quien pasó por esta amarga realidad, la superó y se dedica a ayudar padres en situaciones similares, primero a través de su página en internet luego contacto telefónico y asistencia a las sesiones del grupo VOLVER A VIVIR en la ciudad de Valencia, mantenemos una relación fraterna con Jackeline Alvarez quien perdió un hijo de apenas 19 años y el dolor y la incertidumbre le han alterado su existencia y procuramos compartir nuestros duelos en la vida.
Dentro de la tormenta, la experiencia pudiéramos decir, es sosegante, de calma y de mucha solidaridad, nos da mucha fuerza compartir vivencias con otros padres que buscan el camino a la paz interior afrontando este dolor tan intenso, la Dra. Yuraima es una persona encantadora, carismática, sencilla, transmite mucha paz, y permite una relación entre los padre que asistimos a las sesiones del grupo VOLVER A VIVIR que nos facilita expresar nuestro dolor, dudas, calamidades y penas y encontrar apoyo para alivio y procurar nuestra paz.
Cada duelo es personal y cada persona lo asume y lo enfrenta y administra de acuerdo a sus características personales, religiosas, culturales, sociales, según la relación de cercanía o afecto que se haya tenido con la persona ausente.
Pasados cinco días de la muerte de Tico, en el consultorio del Dr. Nicanor González una frase que me dirigió mi hijo mayor Erick Leonardo de apenas 24 años de edad, me comprometió con la vida. “ papá tienes que ser fuerte y superarte, no nos vayas a dejar solos, yo estoy muy joven para asumir la dirección de mi familia, ahora es cuando te necesitamos”, desde ese instante me propuse contribuir de la mejor manera con mi familia para superar el trauma, sacar fuerzas donde las hubiera, me preocupaba en demasía el dolor reflejado en la cara de Erick, la tristeza en sus ojos, su llanto expresivo, me preocupa tanto como mi dolor, igual las ojeras en los ojos de Elba, la melancólica y callada actuación de sus otros hermanos, Aquí también asimilé una gran experiencia con Leida, en grandes momentos de mi vida ella ha sido para mi una aliada determinante y un gran escuela, su fortaleza, firmeza y decisión han sido un aliciente a todos estas fallas, sus palabras de consuelo cuando ella también estaba destrozada, su propósito de seguir adelante, darnos a entender que la vida es así y que las cosas del misterio muerte nada ni nada las cambia, afirmar que Dios nos dio cinco hijos y ahora cuatro siguen con nosotros y Ernestico desde un sitio especial en el cielo también vive presente fue de verdad un ingrediente determinante para sofocar esa llama que quema, destruye e inhabilita en las primeras horas y días de la muerte de un ser querido y en nuestro caso tan particular de una persona tan especial como lo fue Ernestico.


Entre la vida y la Muerte-.

La muerte es un acto natural, sometido a ciertas condiciones, todos sabemos de su existencia y de alguna manera aunque la esquivamos, todos la esperamos.
Lo que sucede es que la lógica de la vida nos dice que hay un promedio de años en los cuales los seres humanos debemos existir, alrededor de 75 años es el promedio de vida en Venezuela, de allí que estamos casi acostumbrados a nacer, reproducirnos, ejecutar nuestro plan de vida y morir viejos,
Nuestra cultura nos ha enseñado que los mayores deben morir primero y en orden cronológico, los padres deben ser enterrados por sus hijos y así de manera descendente
Cuando este ciclo se altera o se invierte, cambia toda la percepción de la vida y de la muerte se sufren alteraciones para entender, aceptar y asimilar este cambio irracional e ilógico.
La muerte es algunos caso puede ser un alivio, un descanso, un reposo, caso de enfermedades incurables, o lesiones gravísimas irreversibles, pero frente a una situación practica siempre se tiene la esperanza de un milagro que revierta todo y devuelva la salud y la vida.
Cuando formamos un hogar, una familia y comenzamos a ver crecer y desarrollarse nuestros hijos, cuando los orientamos y procuramos convertir nuestra existencia de ser en un predicar con los ejemplos, enseñanzas, esfuerzos y dedicaciones, cuando hacemos de ellos una razón para justificar el paso de nosotros en la tierra, no pensamos, ni jamás nos imaginamos que uno de esos seres convertidos en parte integral y fundamental de nuestra vida, de nuestra existencia pueda sufrir o padecer algún daño, accidente, o perjuicio, cuando en ocasiones lo imaginamos, inmediatamente desechamos estos pensamientos del cerebro y solicitimos acudimos a Dios para pedir protección y amparo para ellos.


Un joven no debería morir nunca, ellos representan, la esperanza, el anhelo, los sueños, la frescura, la prolongación, la fuerza, el mañana, la luz, ellos frente al futuro lo representan todo.
La muerte es una disfunción natural del cuerpo humano cuando sus sentidos y funciones se agotan por el transcurrir del tiempo, un alivio a una situación irreversible o un castigo por delitos atroces cometidos en perjuicio de la sociedad. Ernestico no merecía ninguna de las tres formas descritas aquí, sin embargo por esas incomprensiones de la vida le tocó morir recibiendo el castigo dirigido a otro quien actuaba al margen de la ley, incumpliendo sus deberes ciudadanos y cristianos
Si en algún caso especifico se conjugan la casualidad, la mala suerte, la ingenuidad y el destino fue en el caso de Ernestico, la casualidad de estar los vehículos de la casa en reparación y de haberlo levantado tan temprano, para qué fuera al taller a informarse sobre su arreglo, la ingenuidad, posiblemente por su corta edad, de no desconfiar de nadie ni tener recelo de ninguna de las personas con quienes se relacionaba, su amplio y noble corazón para creer a todos buenos y de rectos procederes, la mala suerte de encontrarse en el momento menos indicado, de manera inocente y confiado con individuos insociables y a la hora desgraciada en que habían sido sentenciados por sus propios compañeros delincuentes y probablemente para quienes creen en el destino y que toda persona tiene trazado su hora de muerte y designado las formas para que suceda, la unión de estos factores asociados hicieron realidad el designio del fin de su vida.
La versión oficial de su muerte concluye en que fue una confusión, los delincuentes accionaron de manera equivocada, el hecho de tener el vehiculo los vidrios ahumados contribuyó a la confusión, la expresión de asombro e impotencia que quedó grabada en el rostro de Ernestico es la mas indicativa demostración de su sorpresa ante los hechos que cegaron su vida, solo la sombra del destino cruel le llevó ese día a compartir ingenuamente con unos sentenciados por la delincuencia a quienes les favoreció la suerte mientras Ernestico, inocente, confiado y generoso pagaba con su vida el daño, la irresponsabilidad y la falsa que la sociedad manifiesta a cada rato producto de la inversión de valores y de la violencia e inseguridad desenfrenada por la impunidad, indolencia y quiebra moral de sus instituciones, así consta en el expediente, para las autoridades judiciales fue una equivocación, nada mas ha sucedido, no tenemos medios para devolver lo mas ansiado y por lo que valdría la pena luchar, su vida, Ernestico, como en los tiempos de Herodes, recibió la descarga de la maldad del mundo sobre su limpia e inocente humanidad, pero confiamos en algo mas cercano a la verdad y a la existencia misma, la justicia divina, al fin y al cabo ya hemos entendido las debilidades y en muchos casos lo absurdo e inhumano, además de injusto y perverso que puede concluir una averiguación judicial, a pesar de nuestra formación como juristas para pregonar y defender el ámbito legal, la justicia y la preeminencia del derecho como elemento regulador de la conducta del hombre en sociedad, carrera en la cual Tico había decidido también formarse y desarrollarse, albergamos pocas esperanzas en la justicia oficial, luchamos por encontrar la paz interior y para ello mantenemos con mucha fuerza la esperanza y fe en nuestro Señor.
“Que la voluntad de Dios sea cumplida, y el efecto de la justicia será paz, y la labor de la justicia reposo y seguridad para siempre”

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