“La dificultad no está en empezar, sino en volver a empezar; solo los que vuelven a empezar terminan”
Mi relación con Ernestico..
Ernestico y yo mas allá del trato o comunicación padre-hijo, fuimos compañeros y amigos, teníamos una excelente relación fluida en la conversación y en analizar hechos de la vida cotidiana que a él lo inquietaban, con Tico provocaba conversar, cuando no dominaba el tema lo averiguaba y se interesaba, ocurrente, despierto mentalmente, oportuno, alegre, chistoso, curioso buscaba aprender de todo, de hecho a los 12 años aprobó un curso de reparación de celulares que le sirvió a sus amigos y hermanos en múltiples oportunidades como técnico, le apasionaba todo lo relacionado con la mecánica de vehículos se ufanaba de no haber tenido nunca un accidente a pesar de haber manejado desde muy temprana edad, hecho que provocó alguna inquietud en los vecinos y por lo que siempre le estábamos llamando la atención orientándole y explicándole los peligros y las consecuencias de conducir un vehiculo a tan corta edad. Tenía la ilusión al cumplir sus 18 años para obtener ese mismo día su licencia y ser un chofer con toda lo de la ley, como solía decir.
Desde muy niño me acompañaba a todas partes, le agradaba ir a los Tribunales, se interesaba por los asuntos particulares del ejercicio y preguntaba casi todo, en muchas oportunidades le dejaba la duda y esto lo llevaba a investigar y darme respuestas tal lógicas y tan racionales como su privilegiada capacidad de entender y asimilar el mundo del derecho, en otras me acosaba de preguntas y me convertía en su diccionario particular.
Tenia una inclinación innata por trabajos del campo, y por las actividades comerciales, cuando estudiaba en la Escuela Agropecuaria de Santa Rita a los 9 años llegaba por las tardes emocionado de haber observado como sembraban y
cultivaban cilantro o pimentón, igual desde la casa de Maria Mercedes se interesaba por conocer y aprender la forma de elaboración de natilla, o materos, en FALEY era quien elaboraba los perros calientes, y hamburguesas ,freía el pollo con un entusiasmo y dedicación gratificante, desde los catorce años convirtió el garaje de la casa en una especie de lavaito donde los fines de semana compartía con sus amigos, hacían limpieza de sus vehículos y concluía con una amplia tertulia adornada con música, panes, maltas y refrescos por cuanto no ingería bebidas alcohólicas ni fumaba cigarrillos, muchos de estos jóvenes cuando paso en la camioneta o se acercan a mi casa lloran la manera absurda en que le truncaron sus sueños, recuerdan sus anécdotas con nostalgia y extrañan su agradable compañía.
A Ernestico le encantaba organizar fiestas en FALEY a pesar de que poco le metía al baile ni al regeeton, de hecho estaba preparando una fiesta de fin de año para el 29 de diciembre, que no pudo realizar por que le arrancaron la vida una semana antes.
Era cursante de la Facultad de Derecho en la Universidad de Falcón, se inscribió en el turno vespertino, en ese mismo turno me desempeño como profesor, de allí que todos los días de lunes a viernes a la una de la tarde viajábamos a Coro y regresábamos a las diez de la noche.
El transcurso del viaje lo dedicábamos a conversar de diversos tópicos siempre procuraba dirigir la temática hacia su formación integral, sus responsabilidades como joven, sus perspectivas como futuro abogado, las relaciones con su familia, con sus amigos, con sus profesores y compañeros de estudios, de verdad que en estos ratos nos divertíamos mucho con sus anécdotas y su particular forma de expresarlas y analizar el tiempo con criterio de humildad y de solidaridad que siempre me llamó la atención.
Dialogar con Tico le hacia olvidar a uno su corta edad por lo productivo de sus expresiones y la lógica de sus aseveraciones, en cada caso aprendí mucho de él, en diversas oportunidades me ayudó a corregir algunas posiciones que mantenía y me hacia ver lo inconveniente de ellas, le apasionaba la actividad publica, estaba al día en todo lo relacionado con el acontecer político y le fascinaba hablar del tema.
El 21 de febrero del 2008 la Universidad le hizo un reconocimiento post mortem, sus compañeros de estudios le hicieron un emotivo acto donde lloraron profundamente mientras recordaban sus andanzas, anécdotas, y sanas ocurrencias, la misa la ofició un sacerdote que también cursa estudios de derecho, EL Padre Luís Manuel, en la predicación de la palabra abrió un paréntesis para expresar “ Celebramos esta eucaristía en memoria de un compañero de estudios, un joven a quien no conocí, pero he quedado gratamente impresionado del buen concepto que de él tienen sus compañeros, todos coinciden en su gran capacidad de razonamiento, y muchos me han dicho que era una delicia conversar con Ernesto, sus análisis y conclusiones eran claros y profundas y siempre causaba admiración en el grupo”
Ernestico tenía una relación familiar vinculante, intensa con su mamá con sus hermanos, con sus tíos y primos, era profundamente solidario, cordial, nunca le noté que estuviese de mal humor, al contrario a los ratos duros le buscaba una salida graciosa, el hecho de ser el natieco y disponer de mayor tiempo en la casa lo hacia casi imprescindible para colaborar en las rutina diaria donde él amorosamente siempre estaba dispuesto a dar una mano, cuando establecía una relación con sus compañeros de estudios u otros los convertía en sus amigos, con ellos era expresivo y solidario, muchas veces lo encontré en mi casa dándole orientaciones y consejos a jóvenes de igual edad que él quienes tenían pequeños problemas y Tico les procuraba siempre una solución de beneficio con respeto por sus familias y pensando en la mejor salida a estos adolescentes.
Con sus escasos diecisiete años tenía perfecta conciencia de sus responsabilidades, ante de comenzar sus estudios universitarios me pidió le comprara una computadora portátil donde quedaron grabados sus apuntes de investigaciones, análisis y trabajos que realizó, como estudiante nunca reprobó una materia.
El 14 de diciembre de 2007 presentó el último examen para aprobar el segundo semestre de la carrera de derecho en la UDEFA y de solo leer el contenido de su proyecto de vida que escribió de su puño y letra en la materia Desarrollo Personal podemos deducir la claridad de su pensamiento y el horizonte que Tico daba a su vida, en el cual respondía las interrogantes así ……
“ Quien soy?
R. me llamo Ernesto Rafael Pérez González, tengo 17 años, nací en Coro Estado Falcón, soy estudiante de derecho de la Universidad de Falcón, en cuanto a lo personal soy una persona callada, no me es fácil vincularme con las personas que no conozco, soy pasivo no me gustan las peleas, me gusta estar con mi familia, en especial con mi Papá porqué cuando lo veo a él me parece que es el ejemplo que debo seguir
Donde debo estar?
R. Me parece que donde estoy en este momento me encuentro en el ambiente apropiado para un buen desenvolvimiento en mi vida y cumplir con todas mis metas.
Cual es mi aporte? R. Mi aporte a la sociedad, en la familia lo hago resaltar, en cuanto a la familia me esmero para ayudar y ser útil en la misma, en la sociedad trato de que los miembros de la misma tengan un buen desenvolvimiento y ayudo para crear una buena sociedad y para hacer que sus miembros se sientan bien.
Asumir las responsabilidades según tus relaciones? R. Mis responsabilidades las tengo bien claras. Primero las que tienen que ver conmigo y luego las familiares, la responsabilidad que tengo en estos momentos como primordial es la de estudiar…”.
Conjuntamente con sus pensamientos maduros expresaba su condición de niño cuando elevaba un volantín, jugaba al escondite, chapuceaba en la piscina, hacia maromas en una bicicleta o enrollaba un trompo y se divertía con las maldades típicas y sanas de un adolescente
En la familia se esmeraba porque su mamá estuviera siempre bien representada como solía decir, le pintaba el pelo y cuidaba que tuviese presencia, en mi caso le gustaba que siempre fuese a dar clases a la Universidad con corbata, la camioneta la mantenía limpia y libre de ruidos, se preocupaba por nuestra salud y siempre me pedía que fuese menos impulsivo, mas alegre y que expresará siempre una forma de vida jovial y bonachona, no le gustaba que me alterara para que no me fuese a producir un infarto, jamás durmió una noche fuera del seno familiar, en definitiva era una persona especial, dulce, amable, humilde, solidaria, respetuosa, sana, con un proyecto de vida que se truncó por esos absurdos que suceden y que no tienen explicación lógica, pero los hechos los asumimos como una realidad de ser y estar presentes en el mundo, no somos los primeros ni los únicos a quienes les pasa esta tragedia, así es la vida, hoy lo comprendo mas que nunca, es verdad que quien vive una situación así para mitigar su dolor procura buscar explicaciones, culpables, fallas, pero no tiene sentido, nadie puede predecir el futuro, cuando nos toca, nos toca, y debemos asumirla con gallardía, coraje, y decisión, es una realidad que no tiene retorno, buscar excusas o mirar hacia atrás, es navegar en el tormento, no va a resolver ni a cambiar los hechos, con la voluntad de seguir adelante, continuamos viviendo como si Tico estuviera con nosotros sin negar que no estará mas nunca, pero su recuerdo, su presencia vivirá en nuestros corazones eternamente.
De esta dolorosa experiencia hemos aprendido mucho, fundamentalmente tenemos una nueva concepción de la vida, hemos valorado profundamente nuestro pasaje terrenal, La evaluación de la corta fructífera, productiva e inolvidable pasantía de Tico aquí en la tierra incidirá siempre para hacernos mas humanos, para ofrecer y dar mas amor y como vivimos este duelo haremos todo cuanto nos sea posible en situaciones parecidas contribuir a aliviar a aquel que por diversas razones pueda estar en una situación semejante. Como decimos en el grupo VOLVEREMOS A VIVIR, de una manera diferente, es cierto, pero lo haremos y diremos Sí a la Vida.
Han pasado seis meses de su ausencia, un compañero de estudios de Ernestico me preguntó en días pasados, que haría para comenzar de nuevo? Respondí casi de inmediato, Si Dios me permitiera esa facultad, ¡devolver el tiempo ! Regresar a aquel 21 de diciembre de 2007 a las 9 de la mañana cuando desperté a Tico para que fuera al taller a ver el vehiculo, detener el tiempo en la llamada telefónica que mi hizo a las 11 a.m. de ese fatídico día participándome que iría a Coro a buscar algunas cosas que necesitaba y desde ese momento haber hecho todo cuanto fuese posible para cambiar los acontecimientos que dos horas mas tarde trasformaron nuestras vidas y en un instante cegaron un ciclo de alegrías, anhelos, sueños y esperanzas, pero consciente estoy que no es posible, que la realidad es otra y que el tiempo avanza imperceptible los senderos de la vida, que todo es diferente, pero como sentimos que él permanecerá eternamente en nuestros corazones su recuerdo será el que quedó en nuestro mente por toda la eternidad, el de un niño alegre, soñador, amoroso, solidario, responsable, ocurrente, así vivirá por siempre y esa será fuerza mas que suficiente para impulsar nuestras acciones por la vida.
domingo, 7 de diciembre de 2008
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